De una celebración
una fiesta que celebraba el amor,
la unión, o mejor dicho
la legalidad de una unión
previamente consagrada
a los márgenes de los cánones actuales.
Dos personas que se encontraron,
que se sorprendieron de encontrarse
y que se fueron construyendo
sobre lo que iban descubriendo.
Estoy feliz
llena de esperanza
creyendo que las cosas no necesariamente
tienen que ser como “deben” ser
para que sean mágicas.
Esta unión
es un ejemplo
que las cosas
lo único que deben ser
es auténticas y sinceras.
GRACIAS
por esta lección de honestidad, transparencia,
constancia, fé
y sobre todo de amor.
Amor con altibajos,
amor real.
Que la vida les siga llenando de lecciones,
de emociones
de sorpresas
de razones para seguirse construyendo juntos
y que a nosotros
nos permita seguir compartiendo
los caminos
para seguir aprendiendo juntos.
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