La ecología urbana nos invita a entender la CIUDAD como un organismo vivo, expansivo y en constante transformación, gracias a ella hemos comprendido que las ciudades contemporáneas deben prepararse, resistir y recuperarse frente a una gran variedad de cambios, a veces previsibles y otras, inesperados; capacidad que ahora denominamos como resiliencia.
Una de las tantas transformaciones que se pueden producir en las ciudades, puede devenir de la MIGRACIÓN, un fenómeno complejo, de múltiples causas y que tiene una dimensión local y transnacional de manera simultánea.
Ante la crisis humanitaria que actualmente atraviesa Venezuela, el Ecuador, al igual que sus vecinos países, se ha convertido en un receptor de personas en proceso de movilidad humana, representando un cambio permanente en la dinámica del país, en la realidad de sus ciudades y en las relaciones entre nosotrxs, sus habitantes.
Esta situación, representa el reto para el estado nacional y los gobiernos locales de buscar e implementar mecanismos de integración que faciliten el cumplimiento de los derechos de todxs lxs pobladores; a las organizaciones internacionales sin duda el enfrentar la demanda de activación de protocolos de emergencia y a los profesionales, la invitación a desarrollar soluciones creativas que aporten desde diferentes disciplinas…
¿A los urbanistas? el desafío de pensar, planificar y construir ciudades resilientes que respondan de manera positiva a la migración: desde nuevas ópticas, más diversas, más equitativas; ¿y a cada ciudadanx? la oportunidad de tener nuevxs vecinxs y aprender JUNTXS a habitar estos nuevos y cambiantes territorios que compartimos.
Que este organismo que llamamos ciudad siga su proceso evolutivo, es tarea de TODXS.
Y tú ¿qué puedes hacer?
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MESA, Maryangel (2019, 4 de Mayo) Ciudad e Integración.El Comercio.Quito-Ecuador
Juntos o solos se pueden hacer muchas cosas. Tener conciencia de que pequeñas acciones locales suman a un impacto global, pienso que es una de las claves para construir ciudades resilientes. Desde vincularnos a iniciativas complejas como hasta ayudar al vecino migrante a que pueda inscribir a su hijo a una escuela pública o no tan costosa, son esas pequeñas acciones individuales que podemos hacer para seguir construyendo ciudades ecológicas.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo! debemos mantener atenta la mirada y responder con acciones, no importa la escala que tengan.
EliminarEs un excelente artículo!
ResponderEliminarMe hizo pensar y te comparto estas ideas, aunque no sean más que reflexiones repentinas y superficiales.
Las ciudades son unas maquinarias complejas y maravillosas. Las maquinarias más complejas y maravillosas que construye la humanidad en cada época. Por eso son también el mayor testimonio de su alma colectiva. Lamentablemente hay periodos en los que esa alma colectiva, ese organismo viviente, como tú lo llamas, se enferma, se agota, a veces incluso muere, si es que no evoluciona como sugieres en tu artículo. Entre paréntesis, a nuestra querida ciudad la está matando el desapego, la ignorancia y la codicia. Estoy seguro de que una inmigración intensa y diversa como la que ha vivido Quito en los últimos años, ayudará a despertar al organismo adormecido para llevarlo a una nueva fase en su historia. Como cuando en los años de adolescencia a veces te duelen los huesos o sientes otras molestias, igual son estos tiempos que vivimos. No es posible imaginar esta evolución sin conflictos, sin miedos. Ojalá sean pocos y breves. Pero si crecemos con amor, con ilusiones, con alegría y optimismo, surgirá finalmente un organismo renovado, fresco y hermoso; uno mucho mejor que el que teníamos.
Estoy seguro de que tus proyectos, a pesar de tratar con un asunto sensible y dramático, llevan una gran dosis de esos nobles sentimientos.
Felicitaciones y muchos éxitos en tu próxima exposición